14-10-1930 – DETALHES DO DESCARRILAMENTO DO COMBÓIO MADRID-VIGO
Relógio do comboio Madrid-Vigo conservado nos Bombeiros Voluntários de Melgaço
DETALLES DEL ACCIDENTE.
CÓMO MURIÓ LA NIÑA ROSA CARBALLO.
LOS HERIDOS.
Vigo 14, 9 noche. Se conocen nuevos detalles del accidente ocurrido en las inmediaciones del puente de Cequelinos al expreso de Vigo.
El descarrilamiento sobrevino en una curva proninciadísima que desemboca en el puente sobre el río Miño. Sigue ignorándose aún la causa del descarrilamiento.
Se sabe que la locomotora salióse de la vía por el lado izquierdo, cayendo por un terraplén de14 metrosde altura y dando varias vueltas de campana. El furgón de cabeza y dos coches de primera, mixtos de cama y dicha clase, y de gran tamaño, se salieron por el lado derecho, quedando tumbados al tropezar contra un talud. A esto se debe que el número de víctmas no haya sido mayor.
En el terraplén por donde se deslizó la locomotora se hallaba apacentando ganado, a la orilla del Miño, la niña de diez años de edad Rosa Carballo López, la cual foi arrollada por la máquina, muriendo horriblemente aplastada. Los bueyes huyeron despavoridos y fueron más tarde recogidos a larga distancia de la ladera.
El accidente fué aparatosíssimo. La máquina quedó tumbada junto al río y los coches de primera tumbados también al otro lado. Dióse el caso paradójico de que los otros coches pequeños, mucho más ligeros que los de primera, quedaron en pie. Afortunadamente, no iban muchos viajeros en los coches de primera. Si hubiera ido más gente la catástrofe habría sido horrible.
Al darse cuenta de lo ocurrido acudió al lugar del suceso el vecindario de Cequelinos, dedicándose a recoger a los heridos. El maquinista, Alfredo Vásquez, apareció en su sitio, fuertemente agarrado a la palanca central de la máquina. Indudablemente, quiso frenar con todas sus fuerzas, pero nada pude hacer por sobrevenir la catástrofe rápidamente. Extraer el cadáver ha costado enorme trabajo. Alfredo Vásquez tenía cuarenta y ocho años, era natural de Orense y estaba casado. Al presentarse esta tarde allí su esposa se desarrolló una tristísima escena. Deja cuatro hijos de corta edad.
Frente a Cequelinos, al otro lado del río, se halla enclavado el pueblo portugués de Melgazo. Al presenciar los vecinos la catástrofe tocaron a rebato las campanas inmediatamente, cruzaron el río los bomberos y numerosos vecinos, que se dedicaron a prestar auxilio a los heridos. Es muy elogiado este humanitario comportamiento de los bomberos y vecindario de Melgazo.
Además del maquinista ha muerto, como antes decimos, la niña Rosa Carballo, que estaba apacentando ganado. Rosa era de nacionalidad portuguesa y prestaba servicio, en unión de un hermanito suyo, en casa de un vecino de Cequelinos.
El número de heridos se calcula en 15. Como ya hemos dicho, los coches que volcaron vinieron a quedar al lado contrario del terraplén que baja al río, o sea hacia la ladera del monte.
En uno de los dos grandes coches mixtos de camas y primera, que venía de Hendaya y pertenecia al directo de esta población, viajaba un matrimonio alemán que resultó herido. María Amdrewsk, de nacionalidad alemana, procedía de Bilbao y se dirigía a Monte Estoril y Lisboa, donde tiene su residencia. Presenta heridas en la mejilla y pierna izquierda.
Parece que entre los heridos figura el cónsul norteamericano en Vigo, el cual venía a posesionarse de su destino. José Cuadrados Diéguez, marino de Sevilla, que se dirigía a Vigo, presenta diversas heridas. Don José Blanco Soler, vecino de Vigo, que regresaba de un viaje a Madrid, sufre diversas lesiones. Don Vicente Domonte García, alto empleado de Ferrocarriles, tiene una herida en la cabeza. Don Juan Lago López, vecino de Vigo, diversas lesiones. El fogonero José Longa presenta múltiples lesiones. Don Dionisio Parrero y D. Venancio Sanz Prats, viajantes, sufren contusiones en la cabeza y en otras diversas partes del cuerpo.
Se desconocen los nombres de los restantes heridos, por haber sido trasladados a varias clínicas particulares. De todas formas, los heridos lo son generalmente de carácter leve, salvo cuatro o cinco que ofrecen una mayor gravedad.
ABC (Madrid) – 15/10/30, Página 19