FRONTEIRA HISPANO-PORTUGUESA
LA FRONTERA HISPANO-PORTUGUESA
ESTUDIO DESCRIPTIDO Y MILITAR
José de Castro y Lopez
RAYA POR EL RIO BARJAS
Al dejar el Miño de marcar el limite internacional, sube este por el Taluveg de su afluente el rio Barjas hasta cerca de su nacimiento. Corre el Barjas en lecho estrecho y pedegroso por entre montañas, con márgenes elevadas y poco caudal de aguas, siendo por lo tanto vadeable. Nace en la sierra de Laboreiro y sigue la direccion de S. á N. dando movimento á algunas aceñas.
Forman sus márgenes, en Portugal, la áspera sierra de Fiaes, y en España las no menos ásperas descendencias de la de Laboreiro y Penagache; lo cual hace que este terreno sea practicable sólo á la infanteria. En ellas, así en uno como en otro reino, asientan bastantes pueblos; pero todos pequeños y de escasos recursos, siendo el principal el portugués de San Gregorio, donde se encuentran algunas tiendas de comercio y comestibles, de las que se surten las poblaciones inmediatas, así españolas como portuguesas.
Los caminos que cruzan este rio y ponen en comunicacion á ambos países son de herradura y carretas, pero de muy mal tránsito por lo quebrado del terreno. Los más importantes son dos: el que pasa el rio por el vado de Porto de Cavalleiros, para llegar á Alcobaça, y el que lo verifica por el ponton de madera sin pretiles, llamado puente Barjas y conduce á San Gregorio, Melgaço, Monção, etc. Es de advertir que los caminos indicados y casi todos los de la provincia de Orense por los que transitan las carreteras del país, son propiamente de herradura.
RAYA ENTRE LOS RIOS BARJAS Y CASTRO
Al abandonar la línea divisoria el rio Barjas, sube á ganar las mesetas de la sierra de Laboreiro, trazando en su trayecto una curva conexa hácia España, cuyo desarrollo seria de 21 kilómetros hasta encontrar al rio de Castro.
Esta sierra y la de Penagache son ramificaciones de la de San Mamede en Galicia, que siguen luego en Portugal con las denominaciones de Montes de Soajo y Gabieira, formando la divisoria de aguas entre Miño y Limia, yendo á morir entre Vianna y Caminha. Es la sierra de Laboreiro de bastante elevacion sobre el nivel del mar, y sus mesetas suaves y despejadas tienen algunas peñas graníticas, pero sus vertientes son sumamente escabrosas. En invierno se sienten en ella fuertes ventisqueros, que unidos á la nieve que corona sus cumbres, impiden que las aldeas inmediatas á la cima sean habitables en aquella estacion, teniendo sus moradores que trasladarse á otros pueblos más bajos situados en las orillas del rio de Castro, durante los meses más rigorosos.
Muchos caminos cruzan la frontera por esta sierra, conduciendo todos al pueblo português de Castro Laboreiro, cabeza de feligresía, situado en la concavidad que forma la línea limite. Por algunos de ellos van las carreteras del país, pero son de herradura y de muy mal tránsito para las caballerías por abundar en piedras sueltas.
Los pueblos españoles y portugueses colindantes, son miserables, encontrándose unicamente en Castro Laboreiro tres pequeñas tiendas de comestibles, de las que se surten los de las inmediaciones.
RAYA POR LOS RIOS DE CASTRO, BARCIAS Y OLELAS
El rio de Castro, que despues se llama Barcias y Olelas, sigue formando la línea fronteiriza hasta su confluencia com el Limia. Su caudal es escasso y corre entre montañas haciéndose cada vez más elevadas y escrabosas sus márgenes, á medida que adelanta en su curso. Por España las formam la sierra de Quinjo y por Portugal los montes de Soajo. Su paso á vado se hace sumamente penoso y sólo practicable á gente de á pié, por la dificultad de llegar a sus orillas.
Todo este terreno es inculto, solitário y sin caminos, con sólo algunas sendas de pastores e contrabandistas.
El miserable lugar de Olelas es el único que existe á las inmediaciones de este rio en la parte de España, siendo varios los que hay en la márgen portuguesa, pero de las mismas condiciones infimas.